Estos bollitos se hacen con levadura seca de fermentación rápida.
Pero como me había sobrado levadura de panadería y además me gusta más, pues es
la que yo he usado.
Ingredientes:
- 550 gr. de Harina (5 tazas de Harina) - (si veis que necesitáis más, pues vais agregando)
- 50 gr. De Azúcar (1/4 taza de Azúcar)
- 110 gr. De Mantequilla sin sal (1/2 taza de Mantequilla)
- ½ taza de agua Helada
- 1 ¼ taza de Leche caliente
- 1 cucharada de Levadura seca (yo en este caso usé levadura de panadería)
- 2 cucharaditas de Sal
Preparación:
Precalentar el horno a temperatura baja, a 80º C
Poner leche a hervir. Una vez caliente ponerla donde vayamos
a batir y añadir la mantequilla hasta que se derrita (yo suelo aflojarla un
poco en el microondas)
Si usáis levadura de panadería este es el momento de
agregarla para que haga efecto con la leche templada
Añadir el azúcar, una taza de harina y el agua helada para
que vaya bajando la temperatura y batimos con la batidora de ganchos o bien con
las manos, o ayuda de un tenedor, como más os guste.
Si usáis la levadura seca, agregarla ahora y seguimos
batiendo.
Agregar la sal y vais añadiendo harina poco a poco hasta que
veáis que no se puede seguir batiendo con los ganchos.
Enharinar un poco la mesa de trabajo y volcáis la masa. Las
partes más pegajosas las quitáis con las manos bien enharinadas.
Añadid toda la harina, sin dejar de amasar, debe quedar una
masa elástica y algo húmeda, pero sin que se pegue a las manos ni la mesa.
Cortáis la masa en porciones mas o menos iguales, yo las
hice de unos 60 grs. aproximadamente. Boleáis,
vamos hacéis bolitas y las poneis en una fuente previamente engrasada, yo he
usado spray, pero podéis usar mantequilla con un papel de cocina y pintar la
fuente.
Las bolitas han de estar pegadas unas con otras, pero sin
presionarlas.
Meterlo en el horno a 50º para que fermenten un leven un
poco. Como 20 minutos mas o menos o hasta que veáis que han crecido bastante.
Después sacarlos del horno, pintamos por encima con
mantequilla derretida y volvéis a meter al horno a 190º unos 15-20 minutos o
hasta que veáis que están dorados.
¿A que no es nada difícil? Y están hechos en un pis-pas.
Ya me contareis si lo hacéis. Mirad que miga más esponjosa tienen.
Y si los guardáis bien, por la mañana para el desayuno están
buenísimos, aguantan muy bien.
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